"La cicatriz nunca sanará": para los franceses que fracasaron en los Juegos de París, una delicada reconstrucción

Sábado, 10 de agosto de 2024. Un grito resuena en los pasillos del velódromo nacional de Saint-Quentin-en-Yvelines (Yvelines). Mathilde Gros acaba de ser eliminada de la prueba de velocidad individual. "En ese momento, me dije que no era posible, que el dolor nunca desaparecería", recuerda la francesa, que había ganado el título mundial de la especialidad en 2022. Dos días antes, la atleta de pista ya había fracasado en las semifinales de keirin. Al igual que en Tokio 2021, se marcha de los Juegos Olímpicos llena de remordimientos y sin medalla. "Algo se rompió dentro de mí, aunque llevaba años soñando con esta competición". Es comprensible, ya que París fue designada oficialmente sede del evento en septiembre de 2017.
Frente a su público local, la delegación francesa recogió 64 premios, su mayor cantidad desde los Juegos Olímpicos de 1900. Pero la decepción fue inevitable, tanto para Mathilde Gros como para muchos de sus compañeros atletas. Muchos atletas tuvieron que lidiar con una presión sin precedentes, y luego con un repentino silencio mediático mientras las cámaras se enfocaban en sonrisas y podios.
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Le Monde